¿Nada más?

Siempre esperas algo, ese algo que nunca llega. Una fecha señalada peor de lo que esperabas, a esa persona que no volverá, esa sonrisa perdida, volver a ese lugar que tanto soñabas... Resignación a la realidad. Millones y millones de situaciones, unas más curiosas que otras, que desprenden hedor y ansia por ser conseguidas. ¿Pero, sabes qué? Sola, y únicamente vas a conseguir lo que quieres, cuando menos te lo esperes; y cuando, por tí mismo, te creas que lo tienes. Inventatelo, vívelo, sueñalo. Saber diferenciar entre lo imposible y lo improbable, entre lo probable, y lo posible.
Porque, es cuestión de creerlo, que mis sueños son mentiras, que algún día, dejarán de serlo.